Historia de las Vidrieras
Origenes de las Vidrieras
Aunque se considera que las vidrieras nacen en la era medieval, sus orígenes en realidad pertenecen a la antigüedad, en particular es en Bizancio donde se crea la técnica inicial de sustituir la piedra de los mosaicos por piezas de vidrio y, posteriormente la de unir dichas piezas con plomo, creando la primeras vidrieras “independientes” de la historia propiamente dichas.
Vidrieras y Edad Media
En la Edad Media, con el desarrollo de la construcción de edificios religiosos y su necesidad de tener ventanas a la vez que plasmar escenas tanto bíblicas como del santoral, es cuando los artesanos dan respuesta a esa demanda, por un lado con la aportación de técnicas como el esmalte de plata y la sofisticación del emplomado como por otro con el desarrollo y la maestría en la coloración del vidrio. En Francia Chartres se convierte en uno de los centros más importantes de la artesanía de la vidriera.
El Esplendor del Gótico
Con el advenimiento del gótico es cuando la técnica de la vidriera y su aplicación en iglesias y catedrales alcanza su esplendor, ya que la tendencia arquitectónica favorece la implantación de vidrieras religiosas de grandes medidas con resultados espectaculares. La arquitectura gótica permite sacar todo el partido a la luz por las grandes medidas de las vidrieras, su altura y tamaño en los edificios, y por la distancia que en la percepción interior de la vidriera permite a los fieles su visualización.
A partir del siglo XII y especialmente del siglo XIII es cuando los artesanos consiguen crear estos espacios visuales nuevos en el interior de los edificios. En España tenemos ejemplos como los de la Catedral de León, donde en un trabajo que se desarrolla desde 1263 hasta finales del siglo XV, diferentes artesanos y arquitectos, inicialmente franceses y posteriormente ya españoles, culminan uno de los mejores ejemplos de vidrieras religiosas.
La técnica de la vidriera se difunde por toda la península, con ejemplos notables como las vidrieras de la Catedral de Sevilla, o las de Burgos tanto en la Cartuja de Miraflores como en la propia Catedral de Burgos.
También, ya en Tarragona, se pueden citar las vidrieras del Monasterio de Santes Creus, y, en Barcelona, las espectaculares vidrieras de Monasterio de Pedralbes.
Edad Moderna y Art Nouveau
A partir del siglo XVI el arte de la vidriera entra en una fase de declive, principalmente por las circunstancias históricas que se acentúan en los siglos XVII y XVIII. No es hasta entrado ya el siglo XIX que algunos artistas empiezan a retomar su uso y recuperar la técnica, principalmente dentro del Art Nouveau tanto en piezas decorativas como en su aplicación en la arquitectura. Empresas como la Cristalería Corvaya e Bazzi en Milan inlcuso la recuperan en edificios como el Duomo de Milán y el museo Poldi Pezzoli.
